Violencia contra las mujeres – el 25 N
Hace 22 años la ONU observa el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer cada 25 de noviembre.
El mes de noviembre ha servido cada año para hacer campañas que crean conciencia acerca de la violencia contra las mujeres y niñas.
Las Naciones Unidas llamaron a este día Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Este día se ha observado (no celebrado) anualmente desde el año 2000.
Históricamente, la fecha se basa en la fecha del asesinato en 1960 de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas en la República Dominicana. Conocidas como «Las Mariposas», estas mujeres nacidas en una familia acomodada, con carreras universitarias, casadas y con hijos, contaban en el momento de su muerte con cerca de una década de activismo político.
Ese fatídico 25 de noviembre de 1960, funcionarios de la policía secreta interceptaron el automóvil en el que se trasladaban las hermanas en una carretera en la provincia de Salcedo, en el centro norte de República Dominicana. Las mujeres fueron ahorcadas y luego apaleadas para que, al ser lanzadas dentro del vehículo por un precipicio, se pareciera a un accidente automovilístico. Los asesinatos fueron ordenados por el dictador dominicano Rafael Trujillo.

Posteriormente, en 1981, las feministas latinoamericanas y caribeñas marcaron el 25 de noviembre como un día para combatir y sensibilizar más ampliamente sobre la violencia contra las mujeres; y en el año 2000 la fecha recibió su resolución oficial de las Naciones Unidas (ONU).
El cuerpo político
Desafortunadamente, la violencia contra las mujeres y niñas sigue siendo una de las violaciones de derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras en nuestro mundo.
Todavía permanece en gran parte sin denunciar debido a la impunidad, el silencio, el estigma y la vergüenza que lo rodean.
En nuestra socialización, aprendemos toda una serie de códigos corporales en cuanto a nuestra manera de comportarnos y relacionarnos con nuestro cuerpo y el de los demás. ¡Mucho de eso pasa por imaginarios cinematográficos y audiovisuales!
¿Qué tiene que ver la violencia de género con las mujeres en el cine? Bueno, mucho más de lo que podrías pensar en primer lugar.
¿Cuándo fue la última vez que viste una película en la que se retrata a una mujer como víctima, en la que sufre explotación sexual, en la que es una ama de casa, en la que se la presenta como un personaje secundario solo para el placer masculino, dónde otras personas controlan su cuerpo o su mente?
¡Supongo que no fue hace tanto tiempo!
Aunque las cosas están cambiando lentamente, las representaciones de mujeres en la pantalla reflejan continuamente estereotipos patriarcales.
¿Por qué? ¡Muy simple! ¡Porque la mayoría de las películas y series todavía las hacen hombres heterosexuales blancos!
Innumerables estudios han demostrado que cuando las mujeres trabajan detrás de la cámara, los personajes femeninos tienden a ser mujeres activas con objetivos, carreras y que las narrativas que se desarrollan en torno a los personajes femeninos tienden a ser mucho más diversas.
Por eso es tan importante fortalecer el papel de la mujer detrás de las cámaras.
Las mujeres están muy poco representadas como directoras, escritoras, directoras de fotografía, editoras y productoras.
La buena noticia es:
Si logramos cambiar la narrativa en torno a las historias de las mujeres, ¡esto cambiará y moldeará nuestra realidad!
Mi cuerpo, mi bodyright
Llevo más de una década decodificando y entendiendo mi propio cuerpo. A medida que lo entiendo, percibo su lugar en esta sociedad.
Cuando te dicen que es prohibido parir así como tú quieres, cuando sientes discriminaciones estructurales por el hecho de ser madre, cuando pagas demasiado por artículos higiénicos de primera necesidad, cuando te miran mal si dices que eres feminista, cuando la policía te manda vestir a tus hijas porque aunque sean bebés no pueden mostrar su cuerpo en un espacio público cuando está a 35 grados, entiendo que mi cuerpo es supremamente político.
Me gusta crear con mi cuerpo. Hacer performances fotográficas es una de las maneras que tengo para cuestionar nociones de “normalidad” en relación con mi cuerpo.
Por eso, antes que se termine el mes de noviembre, comparto algunos de los retratos de mi serie RED POWER.

Como cineasta y feminista, llevo bastante tiempo explorando la mirada femenina. En la serie RED POWER, decidí explorar la sangre vista desde una mirada femenina. Desde pequeñxs, nos dicen, la sangre es sucia y algo malo.
Di a luz en casa a mis dos hijas, y esto involucró mucha sangre. También conservamos sus placentas e incluso hicimos impresiones de sangre de ellas para conservar la memoria de las gemelas genéticas de mis hijas.
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Nuestro período, como mujeres, es una bendición. Pero nos han inculcado que esa sangre es sucia.
En RED POWER subrayo el aspecto positivo de la sangre como dadora de vida y honro el color rojo. En esta fotografía en particular, Venus ha salido del mar y la sangre brota de ella en señal de poder. Venus es una Diosa cuyas funciones abarcan el amor, la belleza, el deseo, el sexo, la fertilidad, la prosperidad y la victoria.

La autonomía sobre el cuerpo de la mujer, en este caso sobre mi propio cuerpo, significa el derecho de toda persona a elegir lo que hace con su cuerpo y a vivir libre de miedo y de violencia.
Mostrando una imagen de una mujer fuerte, empoderada y muy consciente de su cuerpo político, deseo aportar a un cambio de narrativa sobre la mujer en el ámbito audiovisual.